Costumbres
Fiestas
patronales. Denominadas oficialmente de la “exaltación
de la Santa Cruz”, se celebra en honor de San Andrés el
14 de septiembre. Por fiestas el pueblo se paralizaba. Se acometía
limpiezas. Se planificaban encuentros familiares y se preparaban grandes
banquetes con cordero asado, paellas, relleno casero, piperropiles (torta
de especias compuesta de harina, trigo, yema de huevo, azúcar
y canela o anís )
También había fiestas pequeñas
, en honor de San Pedro Mártir que se celebraban el 28 de abril.
Las fiestas siempre has sido especiales. Se elegían a los mayordomos
de fiestas , jóvenes del pueblo encargados de organizar las distintas
actividades, eran los dinamizadores culturales del momento, se encargaban,
entre otras cosas, de contratar y alojar a los músicos en las
casas y de trasladar a la imagen de la Virgen el día de la Virgen
de Agosto. Se elegían también mayordomas, pero desempeñaban
papeles menos destacados.
Las fiestas duraban 4 días, todos los días había
baile, y el tercer día la banda de música celebraba funciones
en Las Ventas. El baile duraba hasta las 12 . Las actuaciones tenían
lugar en el rebote o frontón. La financiación de las fiestas
siempre fue tarea de los jóvenes, quienes se encargaban de pedir
al Concejo. Para sufragar los gastos se jugaba al “parar”
o a la “carteta”, juegos que se jugaban a escondidas porque
estaban prohibidos. En 1957 se estrenaron los fuegos artificiales. Nunca
ha habido peñas de mozos hasta el año 1969, cuando surgieron
las peñas el Cierzo y el Desastre, y más tarde El Deroche.
. En 1978 se incorporaron al programa las vaquillas.
Entre otras tradiciones recuperadas, se encuentra la celebración
de las fiestas pequeñas
el 30 de noviembre en honor de San Andrés Apóstol, patrón
de la localidad.
Durante
el mes de febrero se celebran los carnavales,
siendo el principal protagonista Tártalo, personaje que es paseado
por las calles acompañado de música y zanzantzar, para
acabar abrasado en la hoguera del martes de carnaval.
Las muestras de fervor religioso han destacado en el devenir del pueblo:
El Corpus Christi se vivía
con especial devoción. Se engalanaban los balcones con arcos
florales y banderolas. Ese día el acto central era la procesión
religiosa, en la que no faltaban los chicos y chicas que tomaban la
comunión en medio de un enorme bandeo de campanas.
La llegada del Ángel de Aralar
desde Gazólaz también era esperada con especial devoción,
entraba en el pueblo acompañado del sacerdote, las autoridades
y la vecindad.
Por San Antón ,
el 17 de enero se reunía a todos los animales y se les bendecía.

Las fiestas y las hogueras de San Juan
también tenían gran tradición.
También se celebraban, antes de la llegada del verano la fiesta
del “mayo”, ritual relacionado con la fertilidad
de los campos que consistía en colocar en medio del pueblo el
mayor chopo.
La
Semana Santa se vivía con mayor dramatismo que
en la actualidad, eran días de silencio, oración y recogimiento,
la música no sonaba, y se ocultaban las imágenes religiosas
con paños negros o morados. Destacaba la procesión de
Viernes Santo. Se degustaba lo que se denominaba la “tortilla
de cuaresma”.
Entre las romerías
que se llevaban a cabo en la localidad hay que mencionar la de la Virgen
del Perdón, que
se celebra de forma mancomunada con los pueblos de la Cendea de Cizur.
La romería parte de Astrain, el segundo día de Pascua
y a la que acuden los cofrades y romeros de la Cendea.
También era habitual ir en romería a la Trinidad de Arre.
Los juegos formaban parte
de la vida cotidiana de Zizur. Ya en 1889 Atadill afirmaba que había
juegos de bochas en la localidad. Entre los juegos más recordados
se mencionan el marro, las chapas, la pelota, la comba, el “tres
navíos”, el “tú la llevas”, “los
pillares”, la carteta y por supuesto el fútbol. En 1934
el equipo de fútbol se llamaba “El Tradicionalista”,
para pasar posteriormente a ser llamado “San Andrés”.
El color de la vestimenta era azul. En 1948 se iniciaron los trámites
para habilitar 1600 m2 para el campo de fútbol..
En 1929 los jóvenes pidieron el arreglo del juego de pelota a
lo que el Ayuntamiento accedió
Algunas tardes de los domingos de representaban actuaciones protagonizadas
por los chicos y chicas de la localidad, las llamadas “veladas”.
Posteriormente, durante la década de 1940 también hubo
cine parroquial. Y posteriormente se promovió el denominado “Teleclub”.
Este centro cultural fue el centro de encuentro, noviazgo y amistad.
Hábitos
Durante las noches de verano la vecindad se juntaba en las puertas
de las casas a tomar la fresca y a echar unos cantos.
Antes de que el agua corriente llegara a las casas en 1935, las mujeres
bajaban al lavadero, lugar habitual de encuentro femenino y también
refugio de indigentes, ya que estaba cubierto. La fuente del Boltxoko
o Ugaldetxoko, el rincón del río, era una fuente de aguas
excelentes y frescas.
La balsa era lugar de estancia de verano y cría de patos. Estos
animales se criaban en las casas de muchas familias. De ahí les
vienen a los zizurtarras el apodo de “patos”.
Información extraída del
libro "Zizur Mayor- Un recorrido por su historia": por Paco
Roda, Ana Diez de Uré
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