ASTRÁIN ANSOÁIN, Antonio.
(Undiano, cendea de Cizur, 17-12-1857 / santuario de Loyola, 04-01-1928).

 

Ha sido considerado como uno de los historiadores más importantes de y sobre la Compañía de Jesús, en la que ingresó en 1871. Su incorporación a la orden no dejaba de tener dificultades en una etapa en la que las órdenes masculinas permanecían en precario tras los procesos desamortizadores de los años treinta o, como ocurría en el caso de los jesuitas, tras un conflictivo período de expulsiones y regresos que se remontaba más de un siglo atrás y que había tenido su último episodio en la expulsión decretada por el gobierno revolucionario en octubre de 1868. Por tanto, la elección efectuada por Antonio Astráin no deja de ser significativa del arraigo que la orden había conseguido mantener entre parte de la población católica, incluidos los pequeños espacios rurales.
 
Su formación inicial se produjo lógicamente fuera de España, en el noviciado de Poyanne (Francia). La Restauración borbónica de Alfonso XII y la Constitución de 1876 abrieron nuevamente las fronteras al asentamiento de las órdenes religiosas; con ellas regresó a España, donde se ordenó sacerdote en 1886.

La Compañía abrió pronto numerosos centros de enseñanza, y buena parte de sus miembros participó activamente en esas tareas.

Astráin enseñó Retórica,, en Bilbao (1877-1890) y más tarde dirigió en esa misma ciudad una de las revistas religiosas más conocidas de la época y de las décadas siguientes "El Mensajero del Corazón de Jesús" (1890-1893).


En 1920 fue elegido por la provincia de Toledo (Castilla) para la Congregación de Procuradores en Roma y en 1923 ocupó una vocalía en la Congregación General.

Su obra histórica más conocida, fundamental todavía para conocer buena parte de la historia jesuítica es Historia de la Compañía de Jesús en la asistencia de España (Madrid, Ed. Razón y Fe, 1901-1915), en siete tomos, escrita por encargo del general jesuita Luis Martín, en un conjunto de obras sobre la historia de la Compañía destinadas a asentar su prestigio. El volumen documental manejado la convierte en un instrumento de consulta imprescindible, al margen del espíritu panegírico que rodea al texto.

El prestigio que había alcanzado como historiador del jesuitismo favoreció sin duda su nombramiento como director de Monumenta Histórica Societatis Jesu (1921), puesto en el que permaneció hasta su muerte. Aparte de las ya mencionarlas escribió también una Vida breve de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús (Bilbao, 1926), y dejó inédito un estudio sobre las encomiendas jesuíticas de Paraguay, para el que recopiló abundante material documental; la obra ha aparecido editada como ,Jesuitas, guaraníes y encomenderos, Historia de la Compañía de Jesús en el Paraguay (Asunción, CEPAG, 1995).
Colaboró también en la redacción de The Catholic Enciclopaedia, punta de lanza del activismo católico norteamericano a comienzos del siglo XX (Nueva York, 1906-1910, con voces como la dedicada a San Francisco Javier.