Juan Lezaun (1692)
Juan
Lezaun era natural de Adios, localidad en la que además ejerció
de párroco ayudado de su hermano que era el beneficiado y donde
falleció en 1699. Unos años antes, en 1692, había
hecho venir de Pamplona al impresor Domingo de Berdala para que le imprimiera
su libro, cuyo solo título ya supone una clara descripción
del mismo: Thesoro Evangélico para los curas de almas en que
se trata de siete artículos de la divinidad y de los primeros
de la santa humanidad de nuestro señor Jesuchristo, del aprecio
del alma, obligación de los curas, de la fe, de la infalibilidad
de la sagrada escritura, de la creación de los ángeles
y de la providencia divina, de los siete vicios capitales y virtudes
contrarias a ellos, de las excelencias de María Nuestra Señora,
de la circuncisión del niño Jesús, de la adoración
de los reyes magos, de la fuga a Egipto y crueldad de Herodes, de los
cinco últimos artículos de la Santa Humanidad de Christo
Señor Nuestro, de la soledad de María Santísima,
de la Iglesia y su tesoro, de la comunión de los fieles, de los
cuatro infiernos, de las indulgencias y sufragios de almas, del purgatorio,
de la muerte, de la poca seguridad de la presente vida, de la venida
del Espíritu Santo, de sus siete dones y doce frutos, de la venida
del anticristo y señales que precederán el juicio final
y los rigores y circunstancias de él. |
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Información aportada por Joxemiel Bidador,
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Esta magna obra se la dedicó Lezaun al entonces
obispo de Pamplona Juan Grande Santos de San Pedro, escribiéndole
las aprobaciones el mercedario Joseph Burdeus y el trinitario Manuel
de la Concepción. No habiendo salido prácticamente nunca
de su pueblo, como él mismo reconoce, Lezaun se equivocó
de plano en la elección de la lengua en la que redactar su libro;
un vasto libro de estas características redactado en euskara,
entonces lenguaje casi único de Adios y que sin duda dominaba,
le habría asegurado una fama muchísimo mayor en la actualidad,
amén de un conocimiento seguro de su obra. |