Como
en un cuento
Las bases del certamen nos invitaban a realizar un cartel publicitario que tuviera como finalidad promocionar el deporte a través del compañerismo. Como hacer un único cartel por persona nos parecía fomentar el individualismo, decidimos hacer toda una campaña en común.
Todos visitamos el álbum familiar en busca de esa foto que apoyara el eslogan que habíamos decidido previamente, que no es otro que “Busco gente. ¿Te apuntas?”. Entre cerca de un centenar de fotos elegimos las más graciosas. No fue nada fácil porque todas eran divertidísimas: eran los propios compañeros de clase los que ahí salían, pero con diez o doce años menos, de bebés, con los mocos colgando, con ese traje de baño imposible o con un disfraz ridículo y colorista a partes iguales.
Para acompañar a cada imagen seleccionada con frases de apoyo específicas
realizamos una “Tormenta de Cerebros”. Todo el mundo opinaba y decía lo
primero que se le ocurría (me personará, querido lector, que omita reproducir
en estas líneas todo lo que se dijo por motivos obvios). Después de varias
cribas, una docena de frases quedaron del gusto de todos (aunque una que hacía
referencia a nuestro campeón Miguel Indurain) se quedara sin un hueco por
juzgarla el profesor como muy usada).
Nuestra experiencia con el manejo de ordenadores para diseño gráfico aportó el aplomo necesario que debe llevar un buen cartel: tipografía impactante, directa y acabado perfecto.
Enviamos los carteles en la fecha señalada. Como los concursos generalmente se pierden, decidimos celebrar la inscripción yéndonos a comer a un restaurante chino cuatro horas antes de la entrega de premios. Y después de unos “cafeses”, fotos en el campus y muchas risas, pusimos rumbo a la Facultad de Periodismo, un edificio imponente.
Después de muchos nervios y espera en los pasillos, entramos al Aula
Magna. Alguien habló por un micrófono. Dijo que habían sido premiados tal y
cual carteles de nosequé colegio. No era ninguno de los nuestros. Todo se había
acabado. El día se hizo feo: la decepción y las miradas de cordero degollado
aparecían en unos jóvenes rostros de normal dulces. Pero de pronto, se hizo un
silencio. Palacios, jugador de Osasuna, alzó la voz para decir, con permiso de
las autoridades académicas y políticas allí presentes, que había un premio más.
“..al esfuerzo realizado en el trabajo en grupo, a las horas dedicadas a la
elaboración de la campaña, a la creatividad de los carteles, a la originalidad
(usaron fotos de cuando eran pequeños), a la calidad en la elaboración de un
buen copy con frases sonoras y que reflejan valores positivos asociados a una
buena práctica deportiva...” y, uno a uno, nombró a Tamara, Xabi,
Imanol, Josu, Ander, Eneko, Luis, Asier, Enrique, Juani, Iban y Alfredo.
Aplausos, risas, lágrimas, abrazos, fotos. Habíamos ganado.
Los alumnos de 4º DC de la ESO del I.E.S. de Zizur han sido premiados en el II Concurso de Publicidad “Publicitarios en potencia”, organizado por la Universidad de Navarra (enlace con la página de la facultad de comunicación de dicha universidad con las fotos de los carteles ganadores y la entrega de premios ) , Gobierno de Navarra, Diario de Navarra e Instituto Navarro de Deporte y Juventud. El buen hacer de estos chavales (y chavala) se ha impuesto sobre más de trescientos trabajos presentados por una veintena de centros de toda la geografía navarra. En cuarto de carrera, su trabajo es exhibido y analizado como ejemplo para los futuros publicistas.